Oh quien pudiera aplacar tu cólera
hombre de los labios ligeros
de admirado valor
amado de los dioses
oh, divinidades que oyen
la cólera que expresa moisés
oh, padre domador de ligerezas
los dioses clamaran tu honor
quien se atreve a tocar tus divinas venturas
quien te afrenta...
por favor que se apiaden los dioses
¡muerte para los osados sujeto que traban su vida!
Oh dioses que escuchan desde el olimpo se ruega
un mayor ímpetu y un mejor forjado carácter
Suficiencias para desagraviar lo ocurrido
Sujeto, oh! amado de los dioses; calma tu ira…
y no permita que destruyan su dicha...
la dicha del Bolido de Owilless.

3 comentarios:
Me pregunto si te habrás leído la Ilíada entera...
ja, ja ,ja.
Me siento reonocido en sus versos, rapsoda Alfredo.
A lo mejor, a este semi dios le ha de faltar una ternura que endulce tan ligera vida.
oh señor tenerlo por aca es muy grato...y por lo de la ternura creo que las expresiones vivenciales pueden en cierta manera compartir lo que ud. sugiere.
...cesar...cesar...(oh al menos puedo conocer lo que sige)
de verdad no se como podria tomar tu comentario...
si te rfieres a un previsto final tràgico ...pues prefiero no haber terminado de leer la obra.
pero si lo dice por mis angustias a unos dias del comentario presentado. pues sì, asì lo hice.
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